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viernes, 16 de noviembre de 2012

Conferencia sobre las tic en la UBU (12/11/12)


El pasado lunes 12 de noviembre de 2012, tuvo lugar en la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad de Burgos, una conferencia sobre el uso de las tic en el aula y se habló también sobre un proyecto colaborativo relacionado con la lectura; donde las ponentes fueron Julita Fernández e Inés Andrés.

Por un lado, Julita Fernández (@jferna35)  , profesora de alumnos de 5º y 6º de primaria del colegio Padre Manjón de Burgos, se encargó de romper el hielo y nos habló sobre su experiencia como profesora contándonos así a grandes rasgos, en qué consisten sus clases y los aspectos positivos que tienen el uso de las tic dentro del aula. Julita usa de manera habitual un blog de aula "Creación literaria y más..." en el que los alumnos comparten trabajos creados por ellos, así como un programa de tutoría on-line (BSCW) en el que puede estar en contacto tanto con las familias como con los propios alumnos para todo lo que necesiten las 24 del día.  

·         Los objetivos que pretende la docente con el programa de tutoría on-line son los siguientes:

                              -Informar a las familias de una manera rápida y eficaz
                          -Facilitar la colaboración tanto del tutor con las familias, como del tutor con los propios alumnos
                           -Ofrecer ayuda a los alumnos las 24h del día para cualquier cuestión que se les presente

                         ·         Con el blog de aula lo que  pretende es:

              -Motivar a los alumnos a escribir cada día mejor y a mejorar su ortografía

             -Respetar las opiniones de otros compañeros aunque difieran de las suyas propias

            -Valorar el trabajo personal y el de los demás, al mismo tiempo que aprenden unos de otros

            -Trabajar colaborativamente con otros blogs

 

 

De entre otras cosas, Julita habló también sobre un proyecto colaborativo  “El árbol de las palabras”, que habían realizado los propios alumnos y que incluso habían presentado a un concurso. La verdad que me llamó mucho la atención el trabajo que pueden llegar a hacer unos niños de 12 años con un poco de esfuerzo y dedicación, pero sobre todo, con la ilusión que lo hicieron, según contaba la profesora.

Me parece muy interesante la iniciativa de Julita ya que es una buenísima forma de enseñar, de hacer las clases más amenas, y lo que es más importante de motivar a los alumnos. Que hoy en día parece que lo que falta es eso: motivación por parte del alumnado.

Me llamo mucho la atención una afirmación que hizo: “Enseñar es fácil, lo difícil es educar, y se educa con el ejemplo”. Creo que es una afirmación que tiene toda la razón del mundo y de hecho, creo que ella lo está poniendo en práctica en sus clases, teniendo en cuenta la experiencia que ella contó. La maestra contaba que es un trabajo gratificante el suyo ya que según ella llega todos los días a clase con ilusión y que esa ilusión la ve también en sus alumnos. Contaba también que sus clases son activas, participativas, donde todos colaboran con todos y donde hay un ambiente cálido de trabajo. De verdad que esto me impacto muchísimo porque yo me imagino como tienen que ser esas clases y de verdad es para irse a casa agradecida y sintiéndose orgullosa y realizada como profesional, pero sobre todo, como persona. Ver que eres un ejemplo a seguir por tus alumnos y que se esfuerzan y le ponen ganas cuando les propones cualquier trabajo, tiene que ser el deseo de todo docente.
 
 
 
 

 

Por otro lado, Inés Andrés (@lajaines) , profesora de lenguaje con alumnos de secundaria , habló sobre el proyecto colaborativo "Kuentalibros" (#kuentalibros), en el que participan ya varios colegios, son principalmente docentes y profesionales del campo de la educación los que han impulsado esta iniciativa pero cualquiera puede participar en ella. Inés, como integrante de este proyecto, empezó marcando las diferencias sobre la manera que había comentado Julita de impartir las clases y la suya, ya que ella las imparte en un aula de secundaria y apuntó que no tenía nada que ver la motivación que los alumnos de primaria tienen con la que tienen los suyos, que es nula. Habló desde su experiencia propia.

 Después de compartir su punto de vista sobre el desarrollo de las clases, pasó a explicar un poco en qué consiste el proyecto colaborativo  ”kuentalibros”, el cual es un espacio en el que cualquiera puede hacer una recomendación sobre una lectura que le haya gustado, y a través de internet puede llegar a miles de personas que pueden beneficiarse de la recomendación de otros y, al revés, si les ha gustado, ellos pueden recomendar una lectura y a otros puede que les interese.

 En definitiva, es un proyecto muy interesante ya que anima a la lectura pero de una manera original y diferente. Como la docente bien apuntaba: “Desde el punto de vista del alumno es muy diferente que te recomiende una lectura un profesor  a que te la recomiende alguien de tu edad o que está cursando los mismos estudios que tú, que siempre se va a hacer más atractivo el hecho que te lo recomiende alguien de tu edad, ya que puedes llegar a empatizar más o sentirte identificado de alguna manera”.
 

 

Ambas intervenciones me parecieron muy interesantes ya que nunca había tenido la oportunidad de conocer proyectos colaborativos de este tipo. Pero hubo un aspecto que me llamó mucho la atención y fue la manera en la que ambas contaron sus experiencias como docentes. Julita, la maestra de primaria, está muy contenta con sus alumnos porque ponen empeño y ganas y les gusta lo que hacen y además en clase hay un ambiente muy agradable donde todos colaboran y participan. Sin embargo, Inés, la profesora de secundaria, no estaba muy de acuerdo con eso ya que a ella le ocurría todo lo contrario.

Es paradójico que un mismo elemento como son las tecnologías pueda ser desencadenante de comportamientos diferentes en las aulas, desde mi punto de vista, esa es mi conclusión.

Lo que quiero decir es que a los alumnos de 6º de primaria les ayuda porque les motiva, es algo que están aprendiendo y muestran interés, porque al ser algo nuevo y desconocido,  les resulta curioso, ponen interés en aprenderlo y por eso se esfuerzan en todas las actividades que hagan, porque saben que implica una responsabilidad. Responsabilidad en el sentido de que sus trabajos aparecen en la red y saben que cualquiera los puede ver, por lo que se esfuerzan por hacerlo lo mejor posible.

Sin embargo, en el caso de los adolescentes de 12 a 16 años que estudian secundaria, pasa todo lo contrario, esta generación ha aprendido a usar las tecnologías partiendo ya de las redes sociales, porque no ha tenido la oportunidad de aprender desde primaria a utilizar las tecnologías correctamente desde un punto de vista educativo, por lo que hoy en día, no comprenden que las tecnologías también puedan usarse con fines educativos y no únicamente como un fin de ocio.

 Por lo que de esta manera, llegamos a un punto en el que la identidad válida para ellos es la que tienen dentro de las redes sociales y no la de un estudiante de secundaria que sabe usar las tecnologías de una manera responsable y en cada momento para lo que hay que usarlas.

Quizá he generalizado nombrando a los alumnos de secundaria, por supuesto no todos tienen este problema, pero sí que es verdad que cada vez se está extendiendo más y acabará siendo un problema grave porque no se dan cuenta de la realidad que tienen delante de sus ojos y de la adicción que están creando.

Gracias por leerme. ¡ Hasta la próxima entrada!

2 comentarios:

  1. Gracias por el post, Akane. Me gustó mucho pasar la tarde con vosotros hablando de eduación y lectura, pero por lo que estoy viendo aquí y en otros blogs de compañeros, me expliqué mal en cuanto a las diferencias entre Primaria y ESO. Voy a escribir en mi blog para aclararos lo que quise decir.

    Ya sabes que os esperamos en Kuentalibros con muchas ganas.

    Un abrazo

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  2. Muchas gracias, Akane. Es una entrada preciosa la que nos dedicas a Inés y a mí.
    Me alegro mucho de que te llegara tal y como lo expresas aquí. Antes de lo que crees podrás verte frente a unos alumnos en el aula y experimentarlo tú mismo.
    Los niños captan mucho más nuestras acciones que lo que les decimos.
    ¡Merece la pena ser maestro!
    Un abrazo.

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